miércoles, 9 de febrero de 2011

COMO MEJORAR EL FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN PERUANA

COMO MEJORAR EL FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN PERUANA

Econ. Roberto Ubilla Anticona
Maestría Educación- UCV

Es a todas luces conocidas los problemas de financiamiento de la educación peruana. Son magros los montos que el gobierno otorga al presupuesto correspondiente al sector educación, que como sabemos apenas bordea el 3% de PBI y menos del 20% del gasto público total. Todo ello ha producido a la larga que la educación peruana no alcance los niveles de calidad que otros países territorialmente más pequeños tienen como el caso de Finlandia, Corea del Sur o Singapur. El Estado no cumple su rol de financiar la educación peruana. Tal es así, que muchas escuelas —en particular fuera de Lima—, el pago de los servicios públicos depende de las contribuciones de los padres, tanto en dinero como en materiales de enseñanza, artículos de limpieza, servicios de mantenimiento de enseres, etcétera.
Otro aspecto resaltar es la orientación de la asignación presupuestal. El Estado destina aproximadamente 85% de los gastos corrientes en educación a remuneraciones y pensiones, y sólo 13% a la compra de bienes y al pago de servicios. En los últimos años esta situación se viene agravando, ahora los gastos corrientes representa el 95% del gasto total en Educación y dentro de éste el 99% son remuneraciones. Entonces, aquí se presenta un problema de la estructura del gasto en educación. Los gastos de inversión tienen una proporción más reducida: el 4%.
Una de las políticas del Foro Educación Para Todos es lograr una asignación presupuestal para el sector educación no menor al 6% del PBI, incrementando el % de los recursos destinados a gastos de capital (o inversión en componentes distintos a remuneraciones) y garantizando una distribución equitativa de los recursos.
Uno de los factores limitantes son los desembolsos que se hacen dentro del presupuesto al pago de la deuda externa (más o menos el 25% del presupuesto nacional), ello impide la necesaria expansión del gasto público en educación.
En la estructura del presupuesto global del sector público el componente con mayores recursos asignados, luego del pago de planillas, es el pago de las obligaciones de la deuda, tanto interna como externa. Por cada S/. 100 presupuestados, S/. 25 corresponden a ese rubro.
Es necesario pues, explorar mecanismos que permitan complementar los actuales recursos destinados a educación con fuentes alternativas de financiamiento, tanto internas como externas que contribuyan a la implementación de políticas educativas sostenibles. Por ejemplo, ya que Perú se encuentra en mejor posición macroeconómica ello debe ser aprovechado por el país recurriendo a mecanismos de canje de deuda por inversión en educción.
Asimismo, un asunto aún no resuelto lo configura la inadecuada concepción de que el gasto en educación, o lo que es lo mismo en capital humano, constituye gasto corriente para efectos de política fiscal y su instrumentación presupuestal. La inversión en capital humano es tanto o más importante que construir una carretera, levantar un puente o invertir en infraestructura portuaria y hotelera. Si se incluyera la inversión en capital humano dentro del rubro de inversión del estado (que actualmente bordea el 2.7% del PBI), éste alcanzaría el 5.5% del PBI (2.8% es el actual gasto en educación sin considerar las cargas sociales). De esta forma, los hacedores de política fiscal se preocuparían por todos esos rubros sin descuidar a la educación que durante décadas ha sido asumida como gasto corriente y por tanto excluida de las prioridades de inversión.
Aumentar el gasto en educación y salud implicaría realizar una reforma tributaria que permita incrementar los ingresos del Estado, revisando exoneraciones y ampliando la base tributaria. De muy poco serviría ello si no se hace una reforma de la ejecución del gasto en paralelo. Ambas reformas son fundamentales.
Finalmente es importante la participación privada en el financiamiento de la educación pública. El Estado tiene la responsabilidad de captar ingresos vía tributación y redistribuirlo para sus funciones básicas, como es el caso de la educación, y son precisamente los impuestos captados de las personas naturales (padres de familia) y jurídicas (empresas) los que financian el Presupuesto General de la República. En consecuencia, todo aporte directo a la educación pública deberá ser considerado como un adelanto del impuesto a la renta y descontado de la declaración anual.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Jaime Saavedra / Pablo Suárez. GRADE. Documento de Trabajo 38. El financiamiento de la educación pública en el Perú: el rol de las familias.
• Gustavo Cabrera Sotomayor. Jefe de la Oficina de Planificación Estratégica. Ministerio de Educación. El financiamiento de la educación en el Perú: alternativas de solución.
• Oscar Felipe Ventura. Presupuesto y educación
• Arturo Miranda Blanco. Prioridades de inversión en educación pública. INSTITUTO DE PEDAGOGIA POPULAR. INFORME Nº 41 Setiembre 2005
• Hugo Díaz Díaz. Estructura del financiamiento de la educación en el Perú. Seminario Internacional “Políticas Públicas de Educación en América Latina. Experiencias y desafíos” Río de Janeiro, 25-26 de marzo de 2004
• MINEDU. Foro Nacional de Educación para Todos.

Econ. Roberto Ubilla Anticona
Maestría Educación- UCV

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